En el mundo actual dos psicologías se enfrentan: la del evolucionado y la del involucionado. En cuanto el primero cree en los principios del Evangelio y los vive, el segundo afirma que el Evangelio es una utopía linda, en desacuerdo con la realidad de la vida, donde solo valen la astucia y la fuerza. Pero, si el Evangelio es inaplicable a la existencia individual y colectiva, ¿por qué Cristo hizo creer, inclusive con la evidencia trágica de su martirio, que el debería ser practicado por el hombre aún animalizado? Nadie hasta hoy examinó con más agudeza y lógica el problema de la aplicación del Evangelio como Pietro Ubaldi lo hace en este libro. Nadie antes que él, había afirmado que el Evangelio no es apenas un fenómeno religioso, pues contiene un profundo significado biológico. El Cristo, incomprendido por los involucionados de todos los tiempos y crucificado como si fuese un derrotado, envolvió al mundo en la mayor revolución, por los profundos cambios que propone al alma humana, expresada en sus mandamientos, en sus parábolas y en sus sermones, sobre todo en el Sermón de la Montaña. Si la evolución encaminó al hombre, a través de los milenios, hasta el presente, con su racionalidad y sus instintos aún primarios, el Evangelio - Ley del Espíritu - lo llevará de aquí en adelante hacia un tipo de vida, en el cual él revele amor y bondad.
Hoy el espíritu humano aún demuestra animalidad, mentira, egoísmo, prepotencia, más el Evangelio hará de él y del mundo, un hombre nuevo, en una Tierra de alegría, fraternidad y felicidad.
Evolución y Evangelio es también, un cántico de exaltación al Evangelio y de victoria de las fuerzas del bien. Al finalizar esta obra, dice su autor: “Terminó el esfuerzo de la subida, lo relativo, la ilusión, el dolor. El ser sufrió y caminó bastante, pero llegó. Ahora puede reposar feliz, fuera del tiempo que cuenta las horas, para siempre, en el seno de Dios”.
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